Ya nos hemos dado nuestra dosis de nostalgia y recuerdos celebrando los primeros cinco años de andares de Emaús en Huelva, incluso recibiendo algún que otro reconocimiento que nos ha alegrado mucho. Ahora toca seguir trabajando.

Hacía falta que os presentáramos los retos que asumimos y decisiones que hemos tomado para esta nueva etapa y vamos a intentar irlos presentando en pequeñas píldoras. Y cómo no, empezar con esa carpintería que tanto trabajo y tantas alegrías nos ha dado.

Llevábamos ya un tiempo pensando en darle una vuelta a esto de la eco-carpintería.

Desde nuestros comienzos este ha sido uno de los proyectos de entre todos los que llevábamos a cabo que generaba más simpatías y nos daba más visibilidad. Esos palés transformados en muebles de todo tipo han mostrado uno de nuestros perfiles más “fotogénicos”:

Sin embargo había varias cosas que nos preocupaban, la más importante: considerar el hecho de que desmontar palés que seguían siendo útiles para ser utilizados como tales es contradictorio incluso con esa jerarquía de residuos de la que tanto hablamos: prevenir, reutilizar… Pero además desmontar un palé, cepillar sus maderas, lijarlas, tratarlas… para convertirlas en algo totalmente distinto es caro y poco útil.

Encima todo ello sujeto a las leyes de las modas, que como vienen se van. Un boom de muebles de palés y, de pronto, todo eso desaparece. De hecho hemos notado cómo en este último año han bajado el número de encargos.

Y mientras veíamos ese proceso nos encontramos con un montón de muebles “averiados” que recogíamos y que terminaban en una cuba camino del vertedero por una pata, un cristal, una bisagra, un paño rotos.

Así que nos hemos hecho un propósito: menos palés y más muebles recuperados, re-acondicionados, tuneados… Nuestra nueva ecocarpintería seguirá haciendo cosas con palés cuando haga falta, pero priorizará reparar muebles estropeados, dar un toque especial a una mesilla, aprovechar piezas salvables para hacer una nueva mesa, una silla… Incluso nos planteamos organizar talleres formativos para que cada uno pueda hacer cualquiera de esas cosas con muebles que tiene en casa o encuentra por la calle.

Una vuelta de tuerca a la creatividad, es lo que pretendemos dar: a ver qué sale, esperamos que sea para bien y que sigamos encontrando la manera de seros útiles con estos trabajos.