La Fundación Edes afronta el proyecto más ambicioso de todos aquellos que ha llevado a cabo desde que comenzó su andadura, hace seis años. Se trata de la construcción de un centro de producción agraria y ganadera de carácter ecológico en el que podrán trabajar jóvenes con discapacidades y cuyos productos saldrán al mercado.
El proyecto nace de una idea original de los miembros fundadores de la institución. En la actualidad, la fundación gestiona un colegio, una unidad de atención temprana y un servicio dedicado a las familias de los jóvenes con problemas psíquicos o físicos, pero estas ofertas ya son insuficientes.
El ambicioso proyecto contempla la construcción de unas instalaciones en un terreno cedido por el ayuntamiento de Tapia. Su inversión ronda el millón de euros y por ello la fundación, según confirma su portavoz, Antonio García, se encuentra en la actualidad estudiando la posibilidad de acceder a subvenciones.
La creación de la empresa es inminente. Calculan en la Fundación Edes que el próximo mes puede ser el elegido para constituirla. Con ello, quieren poner en marcha un servicio de apoyo al empleo para discapacitados. Es la única actividad que hasta ahora no habían ofrecido a las personas con problemas para acceder al mercado laboral. Y los planes de futuro es que este centro de producción pueda convertirse en un futuro en un granja escuela. «Pretendemos que incluso pueda ofrecer alojamientos», indica Antonio García.
No obstante, no pueden hablar de plazos porque la construcción de la granja escuela depende del buen funcionamiento del centro de producción y de la acogida que tenga en la comarca, que podría estar en funcionamientos a finales de año.