El Primer Supermercado Social

El nuevo supermercado, sin ánimo de lucro, que ha abierto en Plasencia (Cáceres) atiende las necesidades de los colectivos más desfavorecidos de la sociedad desde fuera y desde dentro. Desde fuera porque su objetivo principal es suministrar productos más baratos de lo habitual a personas con escasos recursos económicos y desde dentro porque de los siete trabajadores que trabajan en él, seis tienen discapacidad física o psíquica. Y todos son parados de larga duración.

El establecimiento aúna integración social y ayuda a familias que no llegan a ser mileuristas entre todos sus componentes, con productos un 30% más baratos. Para ello, los clientes serán evaluados para certificar cuál es su estado económico. A los que superen esta primera prueba, se les entregará un carné de usuario.

La idea que dio lugar a este proyecto, pionero en España, nació de Consuelo de Miguel, asistente social durante la mayor parte de su vida. En declaraciones a Público, esta extremeña de 62 años, explica que su intención no era poner en marcha un banco de alimentos ni un lugar donde donar comida: "Yo lo que quiero es que la gente necesitada pueda comprar con dignidad". Le ayudaron empresarios locales; unos le cedieron gratuitamente el local, mientras que otros le proporcionaron productos a precio de coste que tuvieran próxima su fecha de caducidad o pertenecientes a excedentes de producción. El resto ha corrido de su cuenta, “aunque está a la espera de una subvención de la Junta de Extremadura, que la apoyó en la parte administrativa del proyecto”, según el diario citado.

Ejemplo austriaco

En septiembre del pasado año, en Austria se creó una tienda similar a la que se ha instalado en Plasencia, como recoge Kiss FM. También concebida para que personas con ingresos bajos pudieran comprar productos de primera necesidad a precios un 30% más baratos de la habitual, tuvo una gran acogida.