Un centro integral de empleo formará a grupos desfavorecidos y les ofrecerá la posibilidad de poner en marcha nuevas empresas en sus propias instalaciones. Es la primera vez que todas las facetas de este proceso se reúnen en un mismo edificio, según explicó ayer el diputado de Empleo y Formación, Julio Artetxe. La institución foral aportará 2,5 millones de euros al proyecto, promovido por la Fundación Peñascal.

Esta entidad inició su andadura en 1986 en el barrio del mismo nombre, trabajando con grupos de jóvenes en situación de marginación. Su objetivo es «que tengan las mismas oportunidades de inserción laboral que cualquier otra persona», explica la presidenta, Natividad Puertas. El nuevo centro, denominado Boluetabarri, se centrará en el sector textil, la madera, la alimentación y la climatización, en los que ya tiene experiencia la fundación. El edificio, de nueva construcción, ocupará 13.000 metros cuadrados divididos en seis plantas. Las obras comenzarán en 2006 y durarán dos años.

En las instalaciones recibirán formación 500 personas «con especiales dificultades para su inserción laboral». Fundamentalmente jóvenes con fracaso escolar, mujeres, discapacitados y parados de larga duración. El elkartegi donde se pondrán en marcha las nuevas empresas ocupará 2.000 metros cuadrados. «Creemos que es positivo que convivan ambas realidades», destaca Puertas. Además de la ayuda foral, la entidad cuenta con fondos europeos y otras ayudas para desarrollar el proyecto, que costará 15 millones de euros.

El Departamento de Empleo y Formación, a través de Azpiegitura, impulsará otros dos elkartegis. Uno de ellos, «el más significativo de la legislatura», se ubicará en el polígono de Boroa. Ocupará 10.000 metros cuadrados y se inaugurará en 2007. Más avanzadas están las obras del vivero de Markina, que abrirá sus puertas en febrero de 2006. Dispondrá de 31 módulos de entre 260 y 500 metros cuadrados.

Cada uno de estos elkartegis recibirá una partida de dos millones de euros, con cargo -al igual que Boluetabarri- al fondo extraordinario que han recaudado las arcas forales. En la actualidad, la red se compone de ocho centros. En Alonsotegi, Trapagaran, Mungia y Basauri hay módulos para negocios industriales con un 80% de ocupación. La utilización de los espacios para oficinas -en Barakaldo, Trapagaran, Durango y el Parque Tecnológico- ronda el 50%.

La Diputación también pondrá en marcha el próximo año un programa para la integración laboral de la mujer en los sectores donde está menos presente. Para ello trabajará en colaboración con el Gobierno vasco y las asociaciones empresariales e invertirá un millón de euros. Otro de los objetivos del departamento es romper el denominado ´techo de cristal´ y favorecer el acceso de las mujeres a puestos directivos.