Día Mundial del Medio Ambiente

El Día Mundial del Medio Ambiente se celebró por vez primera en 1973, hace 50 años. Establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Desde entonces, se ha convertido en la más importante plataforma mundial para la divulgación ambiental.

Una fecha necesaria

El 5 de junio es una fecha a reivindicar. Nuestro entorno medioambiental se encuentra en situación de emergencia. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5º en este siglo, es imprescindible reducir a la mitad la actual emisión de gases con efecto invernadero antes de 2030. Las consecuencias de no superar este reto serían dramáticas. Por ejemplo, si no actuamos con urgencia, la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta misma década.

Cada año, se generan a nivel mundial más de 2.000 millones de toneladas de residuos. El daño para nuestro entorno natural y, por tanto, también para nuestra supervivencia reviste gran gravedad. En las últimas décadas, hemos incrementado dramáticamente el consumo de un solo uso que fomenta una mayor fabricación de productos en cuya manufactura se emiten peligrosos gases de efecto invernadero.

El paradigma de los productos de un solo uso altamente contaminantes se encuentra en los envases plásticos. Cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico de las que la mitad se destinan a un solo uso. Más de 20 millones de toneladas acaban en ríos, lagos y mares. Y los microplásticos (partículas plásticas de diámetro inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire.

Día Mundial del Medio Ambiente y reutilización

Una de las soluciones más urgentes ante el problema de los residuos radica en la reutilización de productos. Si atendemos al incremento del consumo textil, encontramos uno de los principales focos de contaminación actuales. La industria textil es, a día de hoy, la segunda más contaminante del planeta. Y no hablamos de productos de un solo uso. A modo de ejemplo, para producir unos pantalones vaqueros se emiten 20 kg de CO2 a la atmósfera y se consumen 8.000 litros de agua. Concienciarnos sobre la reutilización textil ayudará a reducir el consumo y, por tanto, la contaminación aparejada.

Las entidades de AERESS gestionaron en 2021 más de 76.000 toneladas de residuos. Esto supuso, gracias a la reutilización, evitar la emisión a la atmósfera de cerca de 46.000 toneladas de CO2. Nuestras entidades trabajan en la recogida selectiva, clasificación, preparación para la reutilización y reciclaje de diversos tipos de materiales y su posterior puesta a la venta en tiendas de segunda mano.